fbpx

manejo del ganado vacuno

 

Ante una posible escasez de categorías livianas se abre una oportunidad para quienes puedan producir novillos pesados.

 

RevistaChacra.com.ar consultó al asesor Darío Colombatto sobre la posible faltante de categorías livianas para consumo. Veamos aquí cuál es su visión.

 

La recría a pasto es una gran herramienta que tienen los productores ganaderos de Argentina. Una buena estrategia empresarial de aquí en adelante será hacer todo lo más que se pueda a pasto y puentear el tercer trimestre del año sin ventas, o con las menores posibles, y de acuerdo a cuándo cierra el balance de la empresa.

 

Así, las ventas se pueden concentrar en el último trimestre, o mejor aún en el primer cuatrimestre del año siguiente que estructuralmente es, desde 2007 hasta la actualidad, el momento de menor oferta, y por lo tanto, de mejores precios, sobre todo para las categorías de novillito liviano y vaquillona.

 

Liquidación, retención o equilibrio

 

Este año muchos productores van a vender, incluso vaquillonas, porque necesitan vender más animales que el año pasado para cubrir los mismos componentes de costos. Hoy se observa una faena compuesta en un 43% por hembras, consolidado en los últimos 12 meses, pero el mes pasado fue de 45%.

 

No se puede decir que estamos en proceso de liquidación, pero es importante advertir que se terminó la retención de vientres, y de cara al futuro podemos quedar en equilibrio o comenzar a acelerar una liquidación.

 

La mayoría de los productores va a vender más machos y más hembras, y algunos feedlots, si la relación compra-venta no se dispara, es decir, la invernada no está muy cara respecto al gordo en ese momento, van a comprar los terneros para vender en junio-julio.

 

Es probable es que los que compraron terneros en marzo vendan hasta julio con buen precio, y los que compraron en abril vendan en agosto-septiembre, cuando generalmente tiende a derrumbarse el precio de las categorías novillito y vaquillona.

 

Las señales

 

Las señales que recibe el productor, con restricciones a las exportaciones, no lo alientan a mantener los animales hasta la categoría de novillo, y entonces no visualizan la importancia de quedarse con esa categoría, en lugar de encerrarla temprano y realizar una recría a pasto. En estas condiciones no es posible de ninguna manera cumplir con la cuota Hilton, porque no hay suficientes animales pesados.

 

¿Y los novillos dónde están?

 

Hace 6 o 7 años había un stock de novillos y novillitos que sumaban alrededor de 11 millones de cabezas, y con un consumo interno más exportación total de 7 millones, se producía un efecto de “carry over”, de 4 millones que pasaban al siguiente año.

 

Este año, el stock de novillos y novillitos ya es de 7 millones, por lo tanto, sólo alcanzaría para el consumo interno (a estos pesos de faena). A partir de esto, hay dos escenarios posibles. Por un lado, si hubiera horribles expectativas, todos venderían como novillitos o vaquillonas, y a fin de este año, o principios del que viene se daría una explosión de precios, debido a la escasa oferta de esta categoría.

 

Por el otro lado, si hubiera buenas expectativas, los productores retendrían algo más, por lo tanto, en el corto plazo habría una escasez y después aumentaría la oferta de novillos. Pero esos novillos serían a partir del destete 2014, y por lo tanto, estarían terminados recién en 2016. Obviamente se producirá indefectiblemente un bache en la oferta del 2015, que en consecuencia debería redundar en un año de precios altos.

 

¿Entonces?

 

Lamentablemente, pase lo que pase en cuanto a expectativas, no parece que fuera a haber una oferta de carne suficiente para mantener un consumo de 64 kg de bovino/hab/año. La oferta no se va a mantener en 2,9 millones de toneladas equivalente res con hueso. El primer paso entonces frente a este escenario sería que la cadena sincere esta situación, que es de público acceso.

 

Concentración

 

Hoy el 50% de las vacas está en poder del 80% de los productores, y el 20% restante tiene el otro 50% de los animales. Este 20% en su mayoría tienen una situación financiera diferente y un manejo más empresarial, por lo que pueden esperar y producir novillos pesados. Serán los beneficiarios de 2015.

 

Volvamos a la recría

 

Para los que están en la actividad ganadera el panorama es igualmente muy interesante. Sobre todo para aquellas empresas medianas a grandes que puedan retener y se desarrollen los programas de recría, que es la etapa cuello de botella en estos momentos.

 

En la cría y en el feedlot se puede ajustar la eficiencia, pero en la recría nunca se tiene claro qué superficie se le va asignar, cómo la vamos a hacer, cuánto pasto se va a incluir, etc., etc. En esta etapa es donde más ingenio se debe poner, tanto desde los productores como desde los asesores. La clave es la recría.

 

La cadena

 

Como muchas otras, la cadena ganadera se encuentra descoordinada, donde cada eslabón pasa señales distorsionadas, incompletas, demoradas, y muchas veces viciadas por intereses.

 

Quizás la escasez, como toda crisis, pueda generar ese sinceramiento que se necesita, en pos de un beneficio para toda la cadena, y no a costa de algunos.

 

¿Eliminar las retenciones?

 

Si se eliminara el 15% de retenciones a la carne, mejoraría de alguna forma la rentabilidad de los productores, aunque el Estado dejaría de recibir unos 110 millones de dólares. Sin embargo, ese monto equivale a la exportación del 26% de la Cuota Hilton (7.800 sobre 30.000 toneladas, a un valor promedio de 14.000 dólares/tn).

 

En 2013 se facturaron 1.000 millones de dólares con las exportaciones cárnicas. En este contexto se advierte que mantener las retenciones es un castigo para alguien, porque claramente no es posible argumentar su existencia en la necesidad del ingreso de divisas para el país, como podría ser el caso de la soja.

 

En resumen

 

En 2015-2016 se prevé que la carne va a valer muchísimo. Frente a ello será necesario armonizar el planteo de la empresa ganadera con la agricultura. Decidir hasta dónde se sacarán frutos de la agricultura, o hasta dónde se le sacará superficie para complementar con agricultura.

 

Un buen ejemplo de armonización es hacer un maíz para silo o una cebada, que liberan el lote temprano para luego hacer un verdeo, y de esta forma tener pasto disponible lo más temprano posible.

 

Para que ello sea posible se requieren buenas expectativas para el sector ganadero, que alienten al productor.

 

Ing. Agr. María José Salgado

Revista Chacra

× ¿Cómo puedo ayudarte?